sábado, 4 de septiembre de 2010

Opinión - Sábado 4

Sufragio efectivo. Congreso efectivo

* J. Guillermo Gómez García
Socio director de Capital Empresarial
Economista & Consultor Financiero

“Nos sobra folclor espirituoso. Escasean las cabezas vanguardistas”.


Héctor Zagal

De reflexiones de analfabetismo cultural

La aplanadora y el trampolín


“La barba cana, el pelo blanco y el ropón indio”
hicieron de la figura de Rabindranath Tagore* la quintaesencia del sabio exótico, el poeta místico.


Ése es el escritor que admiraron tanto Yeats como Pound. Yeats veía en él a un santo proveniente del misterio.

Su poesía era inocente y sabía: espontaneidad incubada en los siglos de una civilización.


Ezra Pound, por su parte, notaba en su literatura la quietud del mundo natural.


- A sus poemas no los prendía la tormenta ni el rayo, sino el uso tranquilo de la mente tocando la tierra.

- Era la naturaleza misma.


Soy como un jirón de una nube de otoño, que vaga inútilmente por el cielo.


¡Sol mío, glorioso eternamente; aún tu rayo no me ha evaporado, aún no me has hecho uno con tu luz! Y paso meses y mis años alejado de ti.


Si éste es tu deseo y tu diversión, ten mi vanidad veleidosa, píntala de colores, dórala de oro, sobre el caprichoso viento, tiéndela en cambiadas maravillas.


Y cuando te guste dejar tu juego, con la noche, me derretiré, me desvaneceré en la oscuridad; quizá, en una sonrisa de la mañana blanca, en una frescura de pureza transparente.


Pero Tagore
no es sólo el poeta del viento y la lluvia, de la luz y los silencios.

Detrás del místico se escondía un racionalista que no reconocen quienes quieren envolverlo de incienso oriental.


En su defensa de la razón radicaba su desacuerdo con Gandhi:
“nosotros que frecuentemente glorificamos nuestra tendencia de ignorar la razón, instalando en su sitio la fe ciega, glorificándola como espiritualidad, pagaremos eternamente con el oscurecimiento de la mente”.

Lo dice de otra manera en un momento de su extensa ofrenda lírica Gitanjali:
Donde la mente nada teme y la cabeza se lleva por lo alto

Donde el saber es libre

Donde el mundo no ha sido fracturado aún por los miserables muros de la casa.

Donde la palabra surge de las honduras de la verdad

Donde la clara fuente de la razón no se ha extraviado en las desérticas arenas del hábito muerto


Ahí: en ese cielo de libertad, Padre mío, permite que mi patria despierte.


La utopía de la razón.


Tanta esclavitud había bajo el imperialismo del miedo como tras los muros cerrados del nacionalismo o en los hábitos muertos de la tradición
.

Tagore fue la figura tutelar de Amartya Sen**
,
el filósofo que ha cultivado la “deprimente ciencia” de la Economía.

- Se dice que su nombre de pila, Amartya, fue elegido precisamente por el poeta, quien tenía una relación cercana sus padres.

- Amartya Sen estudió en la escuela regida bajo su filosofía pedagógica que premiaba la curiosidad y el razonamiento por encima de los concursos de memorización
.

Uno de sus maestros le llegó a decir de una compañera: “es realmente muy inteligente —a pesar de sus buenas calificaciones”.


De Tagore
viene la sensibilidad literaria del economista
y ánimo por conectar civilizaciones. Su preocupación por la libertad y su voluntad de razonar.

El artículo completo,
clic aquí.

Jesús Silva-Herzog Márquez
Es licenciado en Derecho por la UNAM y maestro en Ciencia Política por la Universidad de Columbia
Actualmente es profesor de tiempo completo del Departamento de Derecho del ITAM
Ha sido investigador invitado de la Universidad de Georgetown y del Woodrow Wilson Center for International Scholars

Entre sus publicaciones destacan:
Esferas de la democracia; El antiguo régimen y la transición en México; Andar y ver y La idiotez de lo perfecto.

* Sir Rabindranath Tagore (en idioma bengalí, রবীন্দ্রনাথ ঠাকুর), nacido en Calcuta el 7 de mayo de 1861, y muerto en Santiniketan el 7 de agosto de 1941) fue un poeta bengalí, filósofo del movimiento Brahmo Samaj (posteriormente convertido al hinduismo), artista, dramaturgo, músico, novelista y autor de canciones que fue premiado con el Premio Nobel de Literatura en 1913, convirtiéndose en el primer hindú laureado con este reconocimiento.
** Amartya Kunar Sen (nació el 3 de noviembre de 1933 en Shantiniketan, India) es un economista bengalí, conocido por sus trabajos sobre las hambrunas, la teoría del desarrollo humano, la economía del bienestar y los mecanismos subyacentes de la pobreza. Recibió el premio Nobel de Economía en 1998 y el Bharat Ratna en 1999 por su trabajo en el campo de la matemática económica.
Sen estudió en Japón antes de trasladarse al Trinity College de Cambridge, donde se licenció en 1956 y se doctoró en 1959. Fue profesor de economía en las universidades de Calcuta, Delhi, Oxford, London School of Economics y Harvard. Entre 1997 y 2004 fue doctor del Trinity College de Cambridge. En enero de 2004 volvió a Harvard, donde imparte clases actualmente.

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...TÚ DECIDES LO QUE SIGUE... PARA MÉXICO...

Be GLOCAL

IGNORANCIA:
Seguiré con las anécdotas. En otra ocasión, charlaba con un brillante filósofo, judío practicante, hombre de una pieza.

Comenzamos discutiendo sobre la ilustración escocesa y terminamos hablando de la cultura judía.


Me tomé la libertad, entonces, de plantearle una inquietud.


¿Por qué los judíos destacan con tanta frecuencia en las profesiones liberales? Medicina, ciencias, Historia, Literatura, Filosofía? La cultura occidental está hecha por ustedes.


Conocía la explicación clásica:
durante siglos, los judíos tuvieron vedado el acceso a los espacios públicos; la discriminación los llevó a desarrollarse en ámbitos donde lo esencial son los conocimientos y habilidades personales.

Mi colega añadió: Cierto, pero la razón fundamental, creo, es que sabemos leer desde hace miles de años.


Nos sobra folclor espirituoso y escasean las cabezas vanguardistas
.

Héctor Zagal
Revista ISTMO


SINDICATOS: Frutos buenos dio la Revolución, y frutos deleznables. Entre estos últimos está el mal sindicalismo.

Es necesaria la unión de los trabajadores para defender sus derechos, pero esa unión se desvirtúa y corrompe cuando se vuelve en contra de la comunidad y la lesiona.


Pondré un ejemplo.


Los ferrocarrileros prestaron importantes servicios en las luchas revolucionarias. Su presencia en ellas dio incluso origen a una veta folclórica muy rica, que excelentes cantores, como Óscar Chávez, rescataron y dieron a conocer en nuestro tiempo.


Pero los trenistas cobraron muy caros sus servicios, y formaron un todopoderoso sindicato que acabó por destruir, con sus abusos y sus corrupciones, el sistema ferroviario nacional.


No ha terminado esa viciosa situación. El mal sindicalismo sigue agobiando a México y causando daños graves a la nación.


Es tiempo de limitar a esas organizaciones, que muchas veces actúan al margen de la ley y que no están sujetas a ningún control que no sea el de sus líderes.


Por encima de cualquier interés está el del pueblo mexicano. Quien atente contra él recibirá el fallo adverso de la Historia y, por parte de esta columna, una sonora trompetilla: ¡Ptrrrrrrr!...


Armando Fuentes Aguirre, "Catón"
Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas

Nota: Esta opinión contiene notas publicadas en los prinicipales medios nacionales e internacionales, de las cuales son responsables únicamente los autores.

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