La debacle del sector bancario estadounidense provoca una reordenación histórica en Wall Street
Socio director de Capital Empresarial
Economista y Consultor Financiero
El sector financiero de EUA intenta sobrevivir a la liquidación de uno de sus actores clave, que ha caído tras asumir riesgos excesivos. Los problemas de Merrill Lynch quedan resueltos con su venta a Bank of America.
“Los mercados financieros tienen ciclos. El actual es el más difícil que he vivido en mis treinta años de experiencia en Wall Street. Pero es un ciclo y mejorará no sin antes pasar por una situación muy difícil a corto plazo”.
Estas palabras pronunciadas el lunes por John Thain, presidente de Merrill Lynch, reflejan el sentir de Wall Street y del sector financiero de EUA, que tendrá que reinventarse tras sufrir la que está a punto de convertirse en la mayor reordenación de su historia, con la suspensión de pagos de Lehman Brothers y la simultánea venta de Merrill Lynch a Bank of America.
La liquidación del cuarto banco de inversión de EUA se produce después de que asumiera grandes riesgos (alta exposición al sector inmobiliario comercial y elevada actividad en la colocación de deuda respaldada por hipotecas) sin contar con un volumen de capital suficiente.
Su estrategia, pilotada por el Richard Fuld PDTE, fue duramente castigada por los inversores, que han contribuido a que la acción de Lehman perdiera en torno a un 90% en lo que va de año y más de un 70% en la última semana. En año y medio, sus títulos han pasado de cotizar a 72.59 dólares a los 0.19 de ayer. Ayer Goldman Sachs decidió suspender todas las recomendaciones que su analista William Tanona realiza sobre la entidad, incluidos sus precios objetivos y sus ratings, debido a la suspensión de pagos.
Hacia la concentración masiva
El sector deberá realizar una labor de limpieza en sus balances, con más devaluaciones de activos. Su tamaño se reducirá más cuando finalice la actual crisis del crédito. De cinco grandes bancos de inversión se ha pasado a dos: Goldman y Morgan Stanley.
Todavía habrá fuertes "restricciones de liquidez". Este escenario afectará tanto a los bancos comerciales como a los de Wall Street. Será difícil que veamos un banco de inversión independiente sin estar dentro de un gran grupo comercial la industria FINANCIERA "está en un estado de cambio" y siempre hay oportunidades.
Este nuevo orden financiero se producirá sin el apoyo del Gobierno de EUA, que se ha negado a otorgar fondos públicos para rescatar a Lehman.
El lunes negro de la banca de inversión en EUA lastró de nuevo las bolsas. Los índices europeos cayeron en torno al 4% y el Dow Jones perdió un 4.42%. Las caídas de Lehman (94.25%) y AIG (60.79%) fueron las más abultadas. Merrill subió un 0.6%.
La ambición refuerza a Bank of America
Bank of America, el primer banco de EUA por capitalización bursátil, depósitos y oficinas, ha sacudido a los mercados financieros con la compra del banco de inversión Merril Lynch, que le permite hacerse con la mayor red de brókeres del país, después de haber descartado comprar Lehman Brothers. La sólida red minorista de la entidad y la ambición de su primer ejecutivo, Kenneth Lewis, le han servido para sufrir menos que sus rivales en la actual crisis del crédito y para adoptar una actitud ofensiva, imitando así a JPMorgan, que en marzo compró los restos de Bear Stearns.
La operación, sin embargo, despierta varias incógnitas. La entidad, que también ha adquirido la hipotecaria Countrywide, tendrá que convencer a los inversores y a los accionistas de Merrill de que el precio pagado es correcto y de que es capaz de integrar a las dos entidades a la vez. De lo contrario, puede verse obligada a subir su oferta, como ya sucedió con JPMorgan y Bear Stearns. Además, todavía se desconoce hasta qué punto se verán afectados sus índices de capital por la operación cuando afloren todas las devaluaciones de activos de Merrill Lynch.
La entidad resultante de la unión de los dos bancos, que no arrebatará el liderazgo a Citi por activos pero sí recortará distancias, será sólida, crecerá y arañará cuota a los competidores a largo plazo, cuando se supere la actual situación de los mercados.
K Lewis avanzó que la marca Merrill Lynch se mantendrá y que aún no se ha tratado cuál será el futuro de John Thain, primer ejecutivo del banco adquirido. Thain lamentó ayer que “la venta de Merrill no era el resultado que esperaba cuando llegué a la entidad”.
Bank of America dijo ayer que desconoce si la fusión le obligará recortar plantilla. Lo que sí está previsto es que su beneficio por acción caiga un 3% en 2009 y que el banco fusionado logre el punto de equilibrio en sus cuentas en 2010.
Nota: Esta opinión contiene notas publicadas en los principales medios nacionales, de las cuales son responsables únicamente los autores.
“Los mercados financieros tienen ciclos. El actual es el más difícil que he vivido en mis treinta años de experiencia en Wall Street. Pero es un ciclo y mejorará no sin antes pasar por una situación muy difícil a corto plazo”.
Estas palabras pronunciadas el lunes por John Thain, presidente de Merrill Lynch, reflejan el sentir de Wall Street y del sector financiero de EUA, que tendrá que reinventarse tras sufrir la que está a punto de convertirse en la mayor reordenación de su historia, con la suspensión de pagos de Lehman Brothers y la simultánea venta de Merrill Lynch a Bank of America.
La liquidación del cuarto banco de inversión de EUA se produce después de que asumiera grandes riesgos (alta exposición al sector inmobiliario comercial y elevada actividad en la colocación de deuda respaldada por hipotecas) sin contar con un volumen de capital suficiente.
Su estrategia, pilotada por el Richard Fuld PDTE, fue duramente castigada por los inversores, que han contribuido a que la acción de Lehman perdiera en torno a un 90% en lo que va de año y más de un 70% en la última semana. En año y medio, sus títulos han pasado de cotizar a 72.59 dólares a los 0.19 de ayer. Ayer Goldman Sachs decidió suspender todas las recomendaciones que su analista William Tanona realiza sobre la entidad, incluidos sus precios objetivos y sus ratings, debido a la suspensión de pagos.
Hacia la concentración masiva
El sector deberá realizar una labor de limpieza en sus balances, con más devaluaciones de activos. Su tamaño se reducirá más cuando finalice la actual crisis del crédito. De cinco grandes bancos de inversión se ha pasado a dos: Goldman y Morgan Stanley.
Todavía habrá fuertes "restricciones de liquidez". Este escenario afectará tanto a los bancos comerciales como a los de Wall Street. Será difícil que veamos un banco de inversión independiente sin estar dentro de un gran grupo comercial la industria FINANCIERA "está en un estado de cambio" y siempre hay oportunidades.
Este nuevo orden financiero se producirá sin el apoyo del Gobierno de EUA, que se ha negado a otorgar fondos públicos para rescatar a Lehman.
El lunes negro de la banca de inversión en EUA lastró de nuevo las bolsas. Los índices europeos cayeron en torno al 4% y el Dow Jones perdió un 4.42%. Las caídas de Lehman (94.25%) y AIG (60.79%) fueron las más abultadas. Merrill subió un 0.6%.
La ambición refuerza a Bank of America
Bank of America, el primer banco de EUA por capitalización bursátil, depósitos y oficinas, ha sacudido a los mercados financieros con la compra del banco de inversión Merril Lynch, que le permite hacerse con la mayor red de brókeres del país, después de haber descartado comprar Lehman Brothers. La sólida red minorista de la entidad y la ambición de su primer ejecutivo, Kenneth Lewis, le han servido para sufrir menos que sus rivales en la actual crisis del crédito y para adoptar una actitud ofensiva, imitando así a JPMorgan, que en marzo compró los restos de Bear Stearns.
La operación, sin embargo, despierta varias incógnitas. La entidad, que también ha adquirido la hipotecaria Countrywide, tendrá que convencer a los inversores y a los accionistas de Merrill de que el precio pagado es correcto y de que es capaz de integrar a las dos entidades a la vez. De lo contrario, puede verse obligada a subir su oferta, como ya sucedió con JPMorgan y Bear Stearns. Además, todavía se desconoce hasta qué punto se verán afectados sus índices de capital por la operación cuando afloren todas las devaluaciones de activos de Merrill Lynch.
La entidad resultante de la unión de los dos bancos, que no arrebatará el liderazgo a Citi por activos pero sí recortará distancias, será sólida, crecerá y arañará cuota a los competidores a largo plazo, cuando se supere la actual situación de los mercados.
K Lewis avanzó que la marca Merrill Lynch se mantendrá y que aún no se ha tratado cuál será el futuro de John Thain, primer ejecutivo del banco adquirido. Thain lamentó ayer que “la venta de Merrill no era el resultado que esperaba cuando llegué a la entidad”.
Bank of America dijo ayer que desconoce si la fusión le obligará recortar plantilla. Lo que sí está previsto es que su beneficio por acción caiga un 3% en 2009 y que el banco fusionado logre el punto de equilibrio en sus cuentas en 2010.
Nota: Esta opinión contiene notas publicadas en los principales medios nacionales, de las cuales son responsables únicamente los autores.
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