Además de los indicadores económicos, el desarrollo de los países también se mide a través del acceso con que cuenta su población hacia la tecnología. Con ello, se hace referencia a la utilización de las llamadas Tecnologías de la Información, dentro de las cuales se incluye Internet.
Consultando los índices de utilización de Internet en los diferentes países del mundo, es evidente que los países en vías de desarrollo aún se encuentran a mucha distancia de los países desarrollados en acceso a Internet. En México, de los 103,872,328 de mexicanos que habitan en el país, sólo 16,995,400, es decir, 16.4% de la población total, utiliza Internet. Ni que hablar de países como Haití, uno de los países más pobres de América Latina, que cuenta con un porcentaje de penetración de Internet de no mayor a 0.9%. Si se comparan estas cifras con las obtenidas en Estados Unidos, se encuentra que este país cuenta con un total de 203,576,811 de usuarios, lo cual representa 68.7% de su población. En los países de la Unión Europea, las cifras también son altas. En Suecia, la penetración de Internet impacta a 76% de su población.[1] Así pues, las cifras demuestran la desigualdad que existe entre los considerados países desarrollados y los que están en vías de desarrollo.
El que algunos países cuenten con cifras más pequeñas que otros, responde a varios factores, entre los que se encuentra la falta de infraestructura, de leyes, por cuestiones políticas, etc. Todos ellos afectan e impactan a un elemento fundamental para el buen manejo de esta tecnología: la educación.
Educación para Internet
En relación con la educación, lo primero a lo que nos enfrentamos es que, para poder utilizar Internet, es necesario tener acceso a una computadora, y más importante aún, saber utilizarla. Pero la labor educativa no termina con el aprendizaje del uso de la computadora y del Internet; de hecho, no debiera considerarse como una mejora en el desarrollo de un país esta simple cuestión técnica. Se requiere más que eso para poder aprovechar Internet como un elemento de desarrollo social.
Es cierto que Internet se considera una fuente de información y conocimiento para las personas. No obstante, tener acceso a la información que se encuentra en Internet no hará por sí mismo sociedades mejor preparadas; podría suceder lo contrario. Nuevamente, el tema de la educación hace su aparición. Mientras las personas no tengan un nivel educativo que les permita diferenciar la información útil de la que no lo es, el usuario se encontrará perdido en una maraña de información que no le aportará, o lo hará muy poco, a su desarrollo.
Cabe mencionarse, que no se debe olvidar que una de las funciones y usos que se le ha dado a Internet es de tipo comercial. Es importante que al acceder a esta herramienta, la gente tenga presente este aspecto, pues la información que pudiera estar visualizando podría obedecer a intereses económicos más que a los fines que la persona persigue. Se debe saber que los buscadores en Internet categorizan a la información por el número de veces que los usuarios “cliquean” sobre ellas. Así, los sitios más visitados aparecerán en las primeras páginas y muchos de ellos no serán, precisamente, los de mejor calidad en contenido.
Ante estas circunstancias, cabría tener la reserva acerca de que saber utilizar las computadoras y tener un número determinado de internautas, es sinónimo de desarrollo para un país. El problema es más complejo que esta consideración. Se puede decir que el conocimiento técnico no es suficiente para lograr el desarrollo de los individuos dentro de su sociedad. Más importante que conocer el funcionamiento de una computadora y de tener acceso a Internet, está la formación de personas educadas y críticas, que puedan utilizar provechosamente una herramienta tan poderosa como lo es Internet y así, darle un uso encaminado a contribuir a su desarrollo personal y al de su país.
[1] Con datos de ExtioExportador.com
*Artículo publicado en El Economista
Consultando los índices de utilización de Internet en los diferentes países del mundo, es evidente que los países en vías de desarrollo aún se encuentran a mucha distancia de los países desarrollados en acceso a Internet. En México, de los 103,872,328 de mexicanos que habitan en el país, sólo 16,995,400, es decir, 16.4% de la población total, utiliza Internet. Ni que hablar de países como Haití, uno de los países más pobres de América Latina, que cuenta con un porcentaje de penetración de Internet de no mayor a 0.9%. Si se comparan estas cifras con las obtenidas en Estados Unidos, se encuentra que este país cuenta con un total de 203,576,811 de usuarios, lo cual representa 68.7% de su población. En los países de la Unión Europea, las cifras también son altas. En Suecia, la penetración de Internet impacta a 76% de su población.[1] Así pues, las cifras demuestran la desigualdad que existe entre los considerados países desarrollados y los que están en vías de desarrollo.
El que algunos países cuenten con cifras más pequeñas que otros, responde a varios factores, entre los que se encuentra la falta de infraestructura, de leyes, por cuestiones políticas, etc. Todos ellos afectan e impactan a un elemento fundamental para el buen manejo de esta tecnología: la educación.
Educación para Internet
En relación con la educación, lo primero a lo que nos enfrentamos es que, para poder utilizar Internet, es necesario tener acceso a una computadora, y más importante aún, saber utilizarla. Pero la labor educativa no termina con el aprendizaje del uso de la computadora y del Internet; de hecho, no debiera considerarse como una mejora en el desarrollo de un país esta simple cuestión técnica. Se requiere más que eso para poder aprovechar Internet como un elemento de desarrollo social.
Es cierto que Internet se considera una fuente de información y conocimiento para las personas. No obstante, tener acceso a la información que se encuentra en Internet no hará por sí mismo sociedades mejor preparadas; podría suceder lo contrario. Nuevamente, el tema de la educación hace su aparición. Mientras las personas no tengan un nivel educativo que les permita diferenciar la información útil de la que no lo es, el usuario se encontrará perdido en una maraña de información que no le aportará, o lo hará muy poco, a su desarrollo.
Cabe mencionarse, que no se debe olvidar que una de las funciones y usos que se le ha dado a Internet es de tipo comercial. Es importante que al acceder a esta herramienta, la gente tenga presente este aspecto, pues la información que pudiera estar visualizando podría obedecer a intereses económicos más que a los fines que la persona persigue. Se debe saber que los buscadores en Internet categorizan a la información por el número de veces que los usuarios “cliquean” sobre ellas. Así, los sitios más visitados aparecerán en las primeras páginas y muchos de ellos no serán, precisamente, los de mejor calidad en contenido.
Ante estas circunstancias, cabría tener la reserva acerca de que saber utilizar las computadoras y tener un número determinado de internautas, es sinónimo de desarrollo para un país. El problema es más complejo que esta consideración. Se puede decir que el conocimiento técnico no es suficiente para lograr el desarrollo de los individuos dentro de su sociedad. Más importante que conocer el funcionamiento de una computadora y de tener acceso a Internet, está la formación de personas educadas y críticas, que puedan utilizar provechosamente una herramienta tan poderosa como lo es Internet y así, darle un uso encaminado a contribuir a su desarrollo personal y al de su país.
[1] Con datos de ExtioExportador.com
*Artículo publicado en El Economista
Por Jenni Massiel Velázquez Velázquez.
Investigadora del área de Entorno Político y Social del IPADE.
Investigadora del área de Entorno Político y Social del IPADE.
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